¿PODEMOS CAMBIAR EL DESTINO?
Hace unas semanas recibí un mail donde me hacían esta interesante pregunta:
¿Podemos cambiar el destino? Dando por sentado que quien me preguntaba, no lo hacía con la intención de filosofar, sino de aplicar mi respuesta a su propia vida, a sus problemas más perentorios, le respondí de la siguiente manera:
El destino, que es más o menos, lo mismo que los orientales llaman Karma, es una fuerza que actúa sobre nosotros influyendo, y a veces determinando nuestro presente y nuestro futuro.
¿De dónde sale esta fuerza? ¿Cómo se produce? ¿Qué la origina? Sale de nuestras acciones. Toda acción que realizamos provoca una reacción. Esa reacción, o más bien, la suma de reacciones que emana de nuestras acciones es el Karma.
El Karma es más fuerte o más débil según sea más joven o más viejo nuestro espíritu. Si tú eres una persona que ha encarnado en la tierra 50 veces, tendrás un karma más fuerte que una persona que sólo ha venido a la tierra 10 veces. ¿Por qué? Porque el número de reacciones que te vendrán encima será mayor, debido a que a la par, ha sido mayor el número de tus acciones.
Ahora bien, si tus acciones han sido buenas, las reacciones que te vendrán encima, también serán buenas. Si tus acciones son malas, las acciones que te vendrán encima serán malas.
Eso quiere decir que la fuerza del karma no siempre tiene que hacernos daño. Cada persona cuenta con su libre albedrío para enfrentarse a esa fuerza kármica. Lo que sucede a veces, es que la fuerza del karma es tan grande, que nos vence.
Como no conocemos nuestro karma, pocas veces somos conscientes de cuándo el karma nos está venciendo o cuándo simplemente nos estamos dejando llevar por la corriente kármica.
Cuando vamos por la vida avanzando a favor del karma, todo nos parece fácil, sorprendentemente fácil, a veces, hasta milagrosamente fácil, aún cuando el karma nos esté llevando a mal puerto, pues puede suceder que nos veamos de golpe rodeados de malos acontecimientos y no somos capaces de entender cómo ha sido posible llegar a tal situación. Por eso es que existe un refrán que dice que todas las desgracias vienen juntas, y esto muchas veces es cierto.
Comprender esto es muy importante porque a veces sentimos que todo se nos facilita y pensamos: “Dios me está llevando de la mano, y por tanto, todo ha de salirme bien”. Y no es así. Puede que tu propio karma te lleve al mal, si es que tú mismo has fabricado dicho karma negativo.
Es muy importante que todos seamos conscientes de que todo lo que nos ocurre, bueno o malo, es nuestra responsabilidad. No tiene sentido que culpemos a nadie de nada de lo que nos pasa, porque somos los únicos responsables. Y en eso reside precisamente, la justicia divina y el amor de Dios. Dios te deja fabricar tu vida. Si quieres tener un buen karma, fabrícalo. No le pidas a Dios que te dé, aquello que tú no has sido capaz de darte a ti mismo. Ni lo culpes de tus desgracias y carencias.
El buen karma es aquel que te lleva a crecer como espíritu, aquel que te hace madurar como ser humano, aquel que te hace ser capaz de amar al prójimo y perdonar al prójimo, aquel que te hace sentir feliz ayudando a los demás.
No podemos olvidar que nuestras metas no son terrenales, nuestras metas son espirituales, porque somos almas metidas en un cuerpo físico, y lo que trascenderá de nosotros serán los vehículos espirituales, y no nuestro cuerpo físico.
El cuerpo físico envejece constantemente y muere. Cuando hayas muerto, te quedarás con tus pensamientos y tus emociones. Esa energía mental y emocional, conjuntamente con la energía del resto de tus cuerpos espirituales (cuerpos búdico, átmico y monádico) volverá a propiciar el nacimiento de otro cuerpo físico, por tanto, vivir para nuestro cuerpo perecedero no tiene sentido. Lo ideal es vivir para fortalecer y embellecer nuestros cuerpos espirituales.
Esto mismo lo expresaba Jesús cuando nos decía: “No hagáis tesoros en la tierra donde la polilla y el orín corrompen, hacéis tesoros en el cielo”. Hacer tesoros en el cielo es lo mismo que vivir para atesorar buenos pensamientos y buenas emociones. Esos son nuestros verdaderos tesoros, pues nos acompañarán a lo largo de nuestras vidas siguientes, mientras que los bienes materiales se quedarán en la tierra y no nos podrán acompañar en nuestras existencias futuras.
En conclusiones, sí podemos cambiar el destino. No siempre, porque a veces es tan poderoso que nos vence, que nos arrastra, pero a veces nosotros somos más fuertes y terminamos venciéndolo e imponiendo nuestra voluntad. De hecho, es bueno que nos impongamos a nuestro mal karma, porque de esta guerra salimos más fortalecidos. Ahora bien, para enfrentar y vencer nuestro mal karma, hay que empezar por saber qué es realmente bueno y qué es realmente malo para nosotros, y la verdad es que la humanidad ordinaria esto lo confunde constantemente.
Tener dinero y bienes materiales muchas veces el ser humano lo considera bueno, sin embargo, en la mayoría de los casos no lo es. Decía Jesús que primero pasaría un camello por el ojo de una aguja, que un rico en el reino de Dios.
He conocido a algunos que me dicen que el dinero y los vienes materiales no son malos. Y es cierto, ellos no son malos de por sí, pero está claro que cuando el ser humano se encuentra en poder de ellos, corre mucho más peligro de que ellos terminen poseyendo su alma y por tanto, retracen su crecimiento espiritual. Si los bienes materiales retrazan nuestro crecimiento espiritual, entonces están siendo malos para nosotros.
Hace unas semanas recibí un mail donde me hacían esta interesante pregunta:
¿Podemos cambiar el destino? Dando por sentado que quien me preguntaba, no lo hacía con la intención de filosofar, sino de aplicar mi respuesta a su propia vida, a sus problemas más perentorios, le respondí de la siguiente manera:
El destino, que es más o menos, lo mismo que los orientales llaman Karma, es una fuerza que actúa sobre nosotros influyendo, y a veces determinando nuestro presente y nuestro futuro.
¿De dónde sale esta fuerza? ¿Cómo se produce? ¿Qué la origina? Sale de nuestras acciones. Toda acción que realizamos provoca una reacción. Esa reacción, o más bien, la suma de reacciones que emana de nuestras acciones es el Karma.
El Karma es más fuerte o más débil según sea más joven o más viejo nuestro espíritu. Si tú eres una persona que ha encarnado en la tierra 50 veces, tendrás un karma más fuerte que una persona que sólo ha venido a la tierra 10 veces. ¿Por qué? Porque el número de reacciones que te vendrán encima será mayor, debido a que a la par, ha sido mayor el número de tus acciones.
Ahora bien, si tus acciones han sido buenas, las reacciones que te vendrán encima, también serán buenas. Si tus acciones son malas, las acciones que te vendrán encima serán malas.
Eso quiere decir que la fuerza del karma no siempre tiene que hacernos daño. Cada persona cuenta con su libre albedrío para enfrentarse a esa fuerza kármica. Lo que sucede a veces, es que la fuerza del karma es tan grande, que nos vence.
Como no conocemos nuestro karma, pocas veces somos conscientes de cuándo el karma nos está venciendo o cuándo simplemente nos estamos dejando llevar por la corriente kármica.
Cuando vamos por la vida avanzando a favor del karma, todo nos parece fácil, sorprendentemente fácil, a veces, hasta milagrosamente fácil, aún cuando el karma nos esté llevando a mal puerto, pues puede suceder que nos veamos de golpe rodeados de malos acontecimientos y no somos capaces de entender cómo ha sido posible llegar a tal situación. Por eso es que existe un refrán que dice que todas las desgracias vienen juntas, y esto muchas veces es cierto.
Comprender esto es muy importante porque a veces sentimos que todo se nos facilita y pensamos: “Dios me está llevando de la mano, y por tanto, todo ha de salirme bien”. Y no es así. Puede que tu propio karma te lleve al mal, si es que tú mismo has fabricado dicho karma negativo.
Es muy importante que todos seamos conscientes de que todo lo que nos ocurre, bueno o malo, es nuestra responsabilidad. No tiene sentido que culpemos a nadie de nada de lo que nos pasa, porque somos los únicos responsables. Y en eso reside precisamente, la justicia divina y el amor de Dios. Dios te deja fabricar tu vida. Si quieres tener un buen karma, fabrícalo. No le pidas a Dios que te dé, aquello que tú no has sido capaz de darte a ti mismo. Ni lo culpes de tus desgracias y carencias.
El buen karma es aquel que te lleva a crecer como espíritu, aquel que te hace madurar como ser humano, aquel que te hace ser capaz de amar al prójimo y perdonar al prójimo, aquel que te hace sentir feliz ayudando a los demás.
No podemos olvidar que nuestras metas no son terrenales, nuestras metas son espirituales, porque somos almas metidas en un cuerpo físico, y lo que trascenderá de nosotros serán los vehículos espirituales, y no nuestro cuerpo físico.
El cuerpo físico envejece constantemente y muere. Cuando hayas muerto, te quedarás con tus pensamientos y tus emociones. Esa energía mental y emocional, conjuntamente con la energía del resto de tus cuerpos espirituales (cuerpos búdico, átmico y monádico) volverá a propiciar el nacimiento de otro cuerpo físico, por tanto, vivir para nuestro cuerpo perecedero no tiene sentido. Lo ideal es vivir para fortalecer y embellecer nuestros cuerpos espirituales.
Esto mismo lo expresaba Jesús cuando nos decía: “No hagáis tesoros en la tierra donde la polilla y el orín corrompen, hacéis tesoros en el cielo”. Hacer tesoros en el cielo es lo mismo que vivir para atesorar buenos pensamientos y buenas emociones. Esos son nuestros verdaderos tesoros, pues nos acompañarán a lo largo de nuestras vidas siguientes, mientras que los bienes materiales se quedarán en la tierra y no nos podrán acompañar en nuestras existencias futuras.
En conclusiones, sí podemos cambiar el destino. No siempre, porque a veces es tan poderoso que nos vence, que nos arrastra, pero a veces nosotros somos más fuertes y terminamos venciéndolo e imponiendo nuestra voluntad. De hecho, es bueno que nos impongamos a nuestro mal karma, porque de esta guerra salimos más fortalecidos. Ahora bien, para enfrentar y vencer nuestro mal karma, hay que empezar por saber qué es realmente bueno y qué es realmente malo para nosotros, y la verdad es que la humanidad ordinaria esto lo confunde constantemente.
Tener dinero y bienes materiales muchas veces el ser humano lo considera bueno, sin embargo, en la mayoría de los casos no lo es. Decía Jesús que primero pasaría un camello por el ojo de una aguja, que un rico en el reino de Dios.
He conocido a algunos que me dicen que el dinero y los vienes materiales no son malos. Y es cierto, ellos no son malos de por sí, pero está claro que cuando el ser humano se encuentra en poder de ellos, corre mucho más peligro de que ellos terminen poseyendo su alma y por tanto, retracen su crecimiento espiritual. Si los bienes materiales retrazan nuestro crecimiento espiritual, entonces están siendo malos para nosotros.
Algunas personas creen que esos que se enriquecen, son los favoritos de Dios, y es todo lo contrario. Dios a sus favoritos, les abre las puertas del conocimiento oculto, y de la espiritualidad, nunca las puertas del Dinero, de la riqueza, y del poder material.
Hay quien se pregunta: ¿Por qué a las personas buenas les pasan cosas malas, y a las personas malas le pasan cosas buenas? Incluso, algunos, dejan de perseverar en el camino del bien, al ver que a otros peores que ellos, les ha tocado la suerte que ellos añoran.
Algunos maestros orientales dicen que ese mal que sufren las personas buenas, se debe a que en vidas pasadas han cometido errores y ahora en esta vida les toca pagarlos. Estoy de acuerdo, pero no dejen de tener en cuenta que muchas veces lo que sucede es que hemos trastocado en nuestra mente la verdadera idea del bien y del mal.
Por ejemplo, muchas veces consideramos la muerte como la mayor de las desgracias. Desde el punto de vista espiritual, sin embargo, se ve de otra manera. Desde el punto de vista espiritual una desgracia es que te ocurra algo que te haga retrazarte en tu camino de ascensión espiritual. Perder el cuerpo físico, no tiene por qué considerarse algo terrible teniendo en cuenta que quien lo pierde, puede volver a la vida en un nuevo cuerpo. Sin embargo, dañar los cuerpos astral o emocional y mental, con malas emociones, malos sentimientos y malos pensamientos, eso sí que deberíamos considerarlo una auténtica desgracia.
Hay quienes explican el fenómeno del karma poniendo como ejemplo el siguiente: “Si robas a alguien, a ti también te robarán. Si alguien te ha robado, es porque tú en otra vida, le has robado a alguien”. Aunque en determinado caso, esto pueda ser cierto, creo que es una manera simplista de verlo, pues no siempre tiene que ser así. Toda acción, buena o mala, trae aparejada una reacción que la equilibra, pero las maneras de conseguir el equilibrio, pueden ser muchas y de muy variado tipo.
Pondré un ejemplo para que se entienda mejor lo que quiero decir: Si en esta vida una persona mata a otra, no quiere decir que el asesino tenga que morir asesinado. Puede que esa energía de asesinato le acerque a la muerte por esa vía, puede ser que le acerque a otros asesinos, y lo que sí es seguro es que en la vida siguiente, asesino y víctima volverán a encontrarse en condiciones similares a aquellas que lo llevaron a cometer el homicidio. En tales circunstancias, el asesino tendrá que pasar la prueba de perdonar la vida a la víctima, y sólo así se librará del mal karma del asesinato cometido.
Otro ejemplo: Si un hombre mata a su esposa porque ella le ha sido infiel con otro hombre, en sus vidas siguientes volverán a encontrarse. Las fuerzas del karma los volverán a acercarlos, esa misma fuerza kármica la empujará a ella a serle infiel (ella puede luchar contra esa energía y no serle infiel) pero en caso de que lo sea o de que no lo sea, él sentirá deseos de matarla porque ese deseo se lo acerca el karma, y entonces él deberá perdonarla. Poner amor y perdón, donde antes había una energía de homicidio.
Hay quien se pregunta: ¿Por qué a las personas buenas les pasan cosas malas, y a las personas malas le pasan cosas buenas? Incluso, algunos, dejan de perseverar en el camino del bien, al ver que a otros peores que ellos, les ha tocado la suerte que ellos añoran.
Algunos maestros orientales dicen que ese mal que sufren las personas buenas, se debe a que en vidas pasadas han cometido errores y ahora en esta vida les toca pagarlos. Estoy de acuerdo, pero no dejen de tener en cuenta que muchas veces lo que sucede es que hemos trastocado en nuestra mente la verdadera idea del bien y del mal.
Por ejemplo, muchas veces consideramos la muerte como la mayor de las desgracias. Desde el punto de vista espiritual, sin embargo, se ve de otra manera. Desde el punto de vista espiritual una desgracia es que te ocurra algo que te haga retrazarte en tu camino de ascensión espiritual. Perder el cuerpo físico, no tiene por qué considerarse algo terrible teniendo en cuenta que quien lo pierde, puede volver a la vida en un nuevo cuerpo. Sin embargo, dañar los cuerpos astral o emocional y mental, con malas emociones, malos sentimientos y malos pensamientos, eso sí que deberíamos considerarlo una auténtica desgracia.
Hay quienes explican el fenómeno del karma poniendo como ejemplo el siguiente: “Si robas a alguien, a ti también te robarán. Si alguien te ha robado, es porque tú en otra vida, le has robado a alguien”. Aunque en determinado caso, esto pueda ser cierto, creo que es una manera simplista de verlo, pues no siempre tiene que ser así. Toda acción, buena o mala, trae aparejada una reacción que la equilibra, pero las maneras de conseguir el equilibrio, pueden ser muchas y de muy variado tipo.
Pondré un ejemplo para que se entienda mejor lo que quiero decir: Si en esta vida una persona mata a otra, no quiere decir que el asesino tenga que morir asesinado. Puede que esa energía de asesinato le acerque a la muerte por esa vía, puede ser que le acerque a otros asesinos, y lo que sí es seguro es que en la vida siguiente, asesino y víctima volverán a encontrarse en condiciones similares a aquellas que lo llevaron a cometer el homicidio. En tales circunstancias, el asesino tendrá que pasar la prueba de perdonar la vida a la víctima, y sólo así se librará del mal karma del asesinato cometido.
Otro ejemplo: Si un hombre mata a su esposa porque ella le ha sido infiel con otro hombre, en sus vidas siguientes volverán a encontrarse. Las fuerzas del karma los volverán a acercarlos, esa misma fuerza kármica la empujará a ella a serle infiel (ella puede luchar contra esa energía y no serle infiel) pero en caso de que lo sea o de que no lo sea, él sentirá deseos de matarla porque ese deseo se lo acerca el karma, y entonces él deberá perdonarla. Poner amor y perdón, donde antes había una energía de homicidio.
Otro ejemplo, para finalizar: Si una persona se suicida. En su vida siguiente, volverá a ser empujado por el karma a una situación similar a la que le produjo el suicidio. Entonces tendrá que superar el deseo de suicidio, que se le vendrá encima kármicamente. Si lo vence, habrá superado su mal karma, y si sucumbe, fortalecerá el karma de suicidio y tendrá que venir otra vez a superarlo.
En tales casos existen fuerzas espirituales de muy diversa índole, que se encargan de ayudar a estos seres a superar estos escollos, porque en los planos espirituales todas las almas se consideran hermanos y todos se preocupan por la evolución espiritual de todos.
Otra cosa que debemos tener clara es que el karma o destino, no es la única fuerza que está influyendo aquí y ahora sobre los seres humanos. Los seres humanos, además de estar condicionados por un destino personal, estamos condicionados por un destino de país, por un destino de continente, por un destino de planeta, por un destino de galaxia y por un destino de Universo dentro del gran multiverso que habitamos.
Ahora mismo el ser humano está siendo afectado por energías cósmicas y planetarias que lo están empujando a la espiritualidad. Dicho de otro modo, estamos viviendo una época en la que todos los seres humanos estamos siendo empujados hacia el crecimiento espiritual de un modo más poderoso que hace unos años atrás y eso responde a ciclos que desconocemos pero que nos contienen y por tanto, nos condicionan.
Podemos decir que nuestro destino personal, así como nuestro libre albedrío, se ve condicionado por el destino del planeta, por el destino de la galaxia y por el destino del Universo, y cuando ampliamos el campo de visión hasta este punto, comprendemos cómo se debilita nuestro destino personal y nuestro libre albedrío ante la influencia de estas grandes fuerzas.
En tales casos existen fuerzas espirituales de muy diversa índole, que se encargan de ayudar a estos seres a superar estos escollos, porque en los planos espirituales todas las almas se consideran hermanos y todos se preocupan por la evolución espiritual de todos.
Otra cosa que debemos tener clara es que el karma o destino, no es la única fuerza que está influyendo aquí y ahora sobre los seres humanos. Los seres humanos, además de estar condicionados por un destino personal, estamos condicionados por un destino de país, por un destino de continente, por un destino de planeta, por un destino de galaxia y por un destino de Universo dentro del gran multiverso que habitamos.
Ahora mismo el ser humano está siendo afectado por energías cósmicas y planetarias que lo están empujando a la espiritualidad. Dicho de otro modo, estamos viviendo una época en la que todos los seres humanos estamos siendo empujados hacia el crecimiento espiritual de un modo más poderoso que hace unos años atrás y eso responde a ciclos que desconocemos pero que nos contienen y por tanto, nos condicionan.
Podemos decir que nuestro destino personal, así como nuestro libre albedrío, se ve condicionado por el destino del planeta, por el destino de la galaxia y por el destino del Universo, y cuando ampliamos el campo de visión hasta este punto, comprendemos cómo se debilita nuestro destino personal y nuestro libre albedrío ante la influencia de estas grandes fuerzas.
TADEO
20 comentarios:
Querido Tadeo,
en realidad no sé por donde empezar de la alegría que me ha dado haber encontrado un espacio como el tuyo. He encontrado éste, tu blog, porque estuve buscando en google si era posible que alguna persona a través de determinados rituales mágicos - que ya te podrás imaginar - podría cambiarle el destino a otra persona como lo escuché una vez. Desde aquel instante me calló la duda, pero con las cosas que ya he visto y he leído (y todavía no he visto nada jejeje), creo que todo es posible. A partir de ahí me he enganchado con tu blog. Lo he copiado completo para leerlo con calma. Esta semana he estado todas las noches leyendo pero todavía me falta. Voy por el artículo de tu amiga Alicia y eso fue en el 2009. Es decir que todavía me falta un poco hasta llegar al 2010, pero no voy a parar hasta que no haya terminado de leerlos todos. Has encontrado en mi una lectora adicta. Por muchas razones. Hasta lo que he leído estoy de acuerdo contigo en TODO. Ya he leído sobre los temos que aquí expones y solo puedo decirte: Sabes de lo que estás hablando. Quería perdirte permiso para enviarte un correo, pues hay muchas cosas sobre las que quisiera intercambiar contigo pero lo prefiero en privado. Tengo mis razones que ya te las explicaré y sé que me vas a entender, si es posible podemos hasta hablar por el msn. Ah y otra cosa, no te preocupes si pocas personas leen tus posts o no. Lo que interesa es la calidad y no la cantidad. No olvides que es preferible tener 20 amigos de calidad que no 100 sin calidad y que de momento no tienen ni remotamente idea ni la capacidad necesaria para entender de lo que estás hablando. Pero como ya dices, no se les debe juzgar, porque todos estamos en el camino. Te envío un saludo cariñoso desde Alemania y espero me des el permiso para podernos comunicar. Si no se puede, no pasa nada tampoco.
Besos, Cubana Elena
Hola Cubana Elena:
Me ha dado mucha alegría descubrir que tengo una lectora tan fiel como tú. Entiendo perfectamente que quieras escribirme en privado. Escríbeme a josetapanes@hotmail.com
Espero tus palabras. Nunca pensé que alguien estuviera dispuesta a leerse el blog entero. Imagínate, que cuando escribo un post, procuro encogerlo todo lo que puedo, y aún así me quedan un poco largos la mayoría y eso me agobia un poco. Pero como bien sabes, son temas complejos que no se pueden sintetizar demasiado, y eso que yo procuro no complejizar nada, por el contrario, decirlo todo de la manera más simple y asequible a todos. Lo dicho, te espero.
Besitos:
Tadeo
De acuerdo en todo.
Sin duda, un reto de vemos como un obstáculo puede ser una forma de conocernos a nosotros mismos, si logramos superarlo y no tiene porqué ser necesariamente mal karma, si sabemos afrontarlo con paciencia y serenidad interior.
Es un placer leerte pues eres una persona muy sabia.
Yo intento vivir el karma como lecciones que debo aprender, aceptar e integrar. Sé que, aunque al principio, me causa inquietud, cuanto antes las acepte y me abra a su enseñanza, antes desaparecerán pues el rechazo y la resistencia lo que hace que la misma lección se presente una y otra vez.
Saludos
Hola María Jesús:
Ante todo agradecer tu paso por mis pensamientos. Me alegra mucho que coincidamos en estas cosas. Me gusta mucho la manera en la que encaras la vida y tu karma personal. Besitos:
Tadeo
Yo también opino que no hay que obsesionarse con el karma, sobre todo, el negativo que pudiera afectarnos incluso de otras vidas, sino más bien, analizar las causas de nuestras acciones y el resultado que puedan provocar para no causar daño que luego pueda venirnos provocado como un boomerang. Creo que lo mejor es hacer aquello que creemos correcto sin perjudicar a los demás en ningún caso o al menos de forma consciente
Querida María Jesús:
Gracias como siempre por mantener activo de participación este espacio. A veces pienso que nadie vendrá a leer. Besitos.
Tadeo
Aquí venimos a experimentar. Este plano físico, tiene todos los ingredientes que el espíritu necesita para su crecimiento. Todos los movimientos que hacemos en nuestra vida son procesos de mejora, a cada paso que nos encontremos con que debamos resolver un tema, este vendrá mejorado y afrontaremos la solución de mejor forma, pues nuestro karma intuirá la situación, en este intuir es donde la voluntad ejercerá el papel de mover su pieza de juego, ahí es donde se encontrará con su ángel o demonio, si bien se deja llevar por la experiencia pasada o le da una mejor solución. Digamos que ante un problema, siempre las situaciones irán apareciendo sucesivamente, planteando el dilema una y otra vez, en diferentes momentos, como bien señalas Tadeo, esto es , porque siempre hay una forma mejor de afrontar el tema que a voluntad se experimenta en los planos físicos. Todos ejercemos de cadena, en la cual nos engarzamos para seguir adelante. Algunos ejercen más poder en la cadena, son las fuerzas impulsoras y ejes que mueven con sus decisiones importantes y ejemplares las siguientes que vendrán, como dominó. Como bien he visto señalar, la resistencia será factor de ralentizar el proceso de avance , evidentemente, pues los ejes, necesitarán un esfuerzo mayor, que no siempre son capaces de soportar, pues se necesita la colaboración de todos y la buena voluntad y no la pereza de ánimo para cambiar y dar el salto hacia lo positivo. Gracias , Tadeo, que siento como arropas a todos los que creemos. Casi Invisible
hola tadeo, despues de leer muchas de tus publicaciones, no me queda claro de que religion sos. nombras mucho a jesus obviamente, pero tenes un pensamiento budista y casi ateo al mismo tiempo.
te felicito por tu blog, me encanta
jejejeje, Rocío, me haces reír con esa pregunta. Eso me preguntaba una vez en la calle un adventista del séptimo día, cuando me conoció discutiendo con un testigo de Jehová. Quería saber cuál era mi religión, y yo le decía que mejor no averiguara, porque seguramente no le iba a gustar lo que le diría, jejeje.
Prefiero no encasillarme. Prefiero no pensar en el ser humano como alguien que pertenece a una religión o a algo, para mí eso es lo de menos. Me he acercado a varias religiones. Todas son escalones en mi proceso de crecimiento y maduración espiritual. Ahora mismo estoy estudiando taoismo. Desde mi visión del mundo, más que ideas buenas o malas, creo que hay momentos en el camino espiritual de cada uno, que nos hace estar en resonancia con unas ideas y no con otras. Hay ideas que ahora mismo me encantan, y que hace 10 años, no les daba importancia, y viceversa. Creo que hay dos o tres ideas básicas, y una de ellas es que hay que amar al prójimo como a uno mismo, claro, si antes hemos aprendido a amarnos a nosotros mismos. Debemos saber que todo lo que existe es fractal, y por tanto, TODO ES TODO, y todo se convierte en todo, y que existe una gran ley que lo equilibra todo, y poco más. Lo demás se subordina a estas ideas. Besitos:
Tadeo
Gracias, Casi invisible por todas las sabias palabras que has dejado en mi blog. Un abrazo:
Tadeo
es buen tema, nunca pensé la posibilidad de que el karma no rige de cierta forma; pero en esta vida como nos damos cuenta de los actos negativos que hemos hecho en una vida pasada, cuando lo cierto es, que muy pocos busca la verdad de las cosas, cuando hay personas que están perdidos del camino y no sabemos regirnos por el camino del bien.
perdón pero por falta de tiempo no puedo leer todas tus publicaciones, pero voy a poner empeño en leerlas, son muy buenos temas, felicidades, tienes un seguidor mas
Eb realidad es muy importante para mi encontrarme con estos puuntos de vista ya q yo busco como cambiar mi vida de un forma positiva para q m vaya bien en mi vida porq me an dichp q mi vida es muy corta aunq quien no quisiera morir de viejito y ver a tus nietos y bisnietos aun q al leer esto m di cuenta q espiritual mente soy muy pobre en mi vida me he preocupada por las carencias q tengo pero hoy me doy cuenta q son mas grandesmis carencias espirituales .y empesare a trabajar en ello grasias
Interesante tema, creo que no lo encontre por casualidad, uns vez soñe s Jesus y le pregunte sobre el destino y me dijo en parte estaba definido y en parte no. Luego me lo ilustro, pero ya despierto.
Hola conosco a alguien my cerca no que a demas de vivir un pasado Lleno de episodios muy feos y doloroso y de hacer cosas horribles aun no logra perdonarse que puedo hacer para que siga su vida hacia adelante y sea Feliz
Lola, ese amigo tuyo necesita sin dudas perdonarse, y aprender a perdonar a los demás, que es lo mismo. Es un camino complicado, y es algo que nadie podrá hacer por él. Necesita tomar conciencia, y para eso, es importante que comprenda la dinámica natural. Muchas veces no comprendemos que cada uno de nosotros somos la solución a los problemas kármicos de nuestra familia. Cada familia pare su solución, y él, lo crea o no, está solucionando un problema. Él sólo es un problema de manera relativa, pero más que problema, es una solución al problema de sus padres y abuelos. Cuando eres capaz de comprender que no eres culpable, sino una consecuencia, esto te ayuda mucho a seguir adelante y a curarse. Un abrazo.
Tadeo
De verdad que todo llega en el momento que debe llegar y tu post llego a mi vida justo en este momento por un motivo. Me hizo click el ejemplo que diste de las parejas que han sido infieles porque resulta ser que de la manera más grande ame con toda mi vida a una persona pero esa persona me fue infiel de todas las formas que imaginas mientras estuvimos juntos. Varios psíquicos me han dicho que somos almas gemelas y que aparece que por destino nos correspondemos. Ahora bien, han habido quienes me han dicho que lo debo olvidar porque me volverá a traicionar ya que simplemente es alguien con muchos problemas emocionales que no quiere a nadie ni sabe lo que quiere tampoco. Que lo mejor es que me olvide de el y que busque a otra persona que me haga feliz, pero, como haces para ser feliz al lado de alguien cuando tu corazón simplemente quiere estar con la otra persona que por destino te corresponde? Hay manera de cambiar eso?
Como saber si su bloqueo emocional se lo cause yo en vidas pasadas y ahorita estoy pagando las consecuencias de eso?
Por favor por lo más grande necesito tu ayuda y tu consejo porque me encuentro en una encrucijada karmica y no se que hacer. Gracias
Hola Tadeo, mi pregunta es una persona puede cambiar el karma x otra? Si yo tengo un buen karma alguien me lo cambia x el suyo malo, eso me dijo alguien que es vidente.! Muchas gracias x tu respuesta. Namaste����
Buenos días Sr. José Tadeo, mis saludos y felicitación por su blog, este me encantó muchísimo, me gustaría escribirle en privado para comentarle algunas cosas respecto a mi Karma y que me pueda orientar un poco más de lo que ya me ha podido orientar este blog sobre dicho tema. Le deseo muchas bendiciones, paz, y éxito! Espero me pueda contestar!
Hola Tadeo ,tengo una pregunta para ti,soy una persona tranquila ,que creo en Dios ,he vivido mi vida trabajando para otros,he tenido una mala racha en lo económico ya van tres años,creo fielmente que todo lo malo pasara,me llamo mucho la atención del karma y se que todo esto pasará según mi pensamientos y mi energía .todos los días lucho por cambiar mi destino y quiero que me des un consejo. Yo creo en poder de la atracción. Antes vivi muy bien con mi familia ahora solo le pido una oportunidad a mi destino para que vuelva con mucho más fuerza ya que todo se devuelve dice el karma ,cuando pasas una mala racha Dios te prueba y después te mostrará cosas inimaginables .
Estimado Tadeo,
Por lo que veo desde hace muchos años este tema en particular atrae lectores.
Hace mucho tiempo cuando era una adolescente tuve un encuentro con un alma muy especial, por cuestiones de la vida nos separamos pero no hemos podido dejar de estar en contacto de alguna u otra manera en los últimos 18 años.
La amiga de una conocida vio nuestras fotos y dijo que el y yo JAMÁS, estaríamos juntos den esta vida (supuestamente esa chica es una especie de vidente), y dijo también que nuestras almas son viejas y siempre han reencarnado juntas, pero yo siempre lo dejo y el me busca en la vida siguiente.
JAMÁS me parece una palabra tan absoluta y tan difícil de creer, sobre todo porque últimamente siento una necesidad terrible de volver a ver , tan solo un instante a esa persona. Oportunidades tenemos, pues la vida nos ha llevado de manera coincidente a los mismos destinos aun estando en otros continentes, ambos tuvimos hijos de personas originarias de Madrid, y en una de tantas vueltas podríamos coincidir.
Mi pregunta es ¿es posible que una persona pueda saber que dos seres jamá se van a juntar de nuevo?, ¿es posible desafiar el destino?, ¿dos almas que se aman mucho no tienen oportunidad de estar juntas otra vez?
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