viernes, 3 de julio de 2009

YO QUISE SER UN LAMA


YO QUISE SER UN LAMA

Cuando era niño me sentía un bicho raro. A simple vista podía parecer un niño normal, pero se dieron situaciones atípicas alrededor de mi nacimiento que hicieron que mis padres y mi familia en general, tuvieran hacia mí un trato especial.

Ya les he hablado de este asunto en entradas anteriores. Una señora muy milagrosa, una mujer considerada una santa de mi ciudad natal, se apareció como por arte de magia el día antes de mi nacimiento, y rompió el hechizo que impedía a mi madre tener hijos varones. Al menos otros 3 bebés perdió mi madre. Yo fui en cambio, el único que se logró salvar de los brazos de la muerte.

Quiero decir con esto, que yo tuve, no tres reyes magos, pero sí una maga que puso las manos en el vientre de mi madre para romper aquel maléfico hechizo, y hubo alrededor de mi nacimiento, esos santos inocentes, hermanos míos, que murieron sin que tuvieran la suerte que tuve yo.

Dice mi madre, que ella tenía que estar siempre pendiente de mí, porque no lloraba nunca. Dice que me despertaba y me quedaba en la cuna sin llamar a nadie. Que era muy tranquilo. Que siempre tuve una extraña paz en mi alma.

Luego, cuando empecé a mirar el mundo desde mis propios ojos, aunque me gustaba jugar con los niños de mi edad, también me encantaba sentarme a escuchar a las personas mayores.

Mi abuelo de 80 años, me llevaba a la iglesia y luego de rezar y de echarle dinero a los santos, se sentaba en el pórtico del templo a conversar con sus amigos.

A mí me invitaba a que me pusiera a jugar con los demás niños, a corretear por el templo y sus alrededores, pero yo prefería sentarme a escuchar las conversaciones de los mayores. Escuchaba atentamente todo lo que allí se decía, y luego cuando nos marchábamos, interrogaba a mi abuelo sobre todo lo que no había llegado a comprender. Parece que era un niño muy dado a preguntarlo todo.

Ya desde entonces, me daba cuenta de que había una especie de madurez en mí, impropia de mi edad o de lo que se esperaba de mí para aquellas edades.

A veces llegué a pensar que era un robot, una suerte de experimento científico, porque miraba a mi alrededor y notaba que los demás miraban el mundo de un modo que a mí me resultaba raro. Los gustos e intereses de los demás, no eran por lo general, mis gustos e intereses.

Por eso me daba miedo ir al médico. Pensaba que un buen día uno de los doctores que me atendía, me desconectaría. Me preguntaba si mis padres serían conscientes de aquello que en mí era sólo una sospecha. Me pasé pensando cosas como estas, durante buena parte de mi niñez.

En el colegio era un niño aventajado y mis profesores me adoraban. A veces daba clases a mis propios compañeros, y compartía mesa con el resto de los profesores gracias a que mi padre era profesor del colegio y me llevaba a almorzar con él.

Si un buen día hubiera llegado a mi casa un lama con su túnica azafrán diciendo que yo era la reencarnación de uno de sus maestros fallecidos, me habría parecido tan natural. Me habría ido más feliz que feliz al Tibet y hubiera adoptado mi vida de monje sin ningún problema.

De hecho, en cierto momento de mi vida, teniendo ya 19 años, y estando estudiando Ingeniería Industrial en la Universidad Central de las Villas, decidí que estaba tirando mi vida por la borda. Comprendí que me estaba engañando a mí mismo siguiendo aquel camino que me conduciría a llevar una vida de ingeniero, y lo dejé todo para irme a estudiar la carrera de Licenciatura en Historia.

No me fui a un monasterio tibetano, pero sí hice algo que me acercaba a ese mundo. Me dediqué a los estudios históricos, filosóficos y sociológicos, es decir, estudios que me acercaron a esos temas que siempre me fascinaron: la historia, la filosofía, la sociología, la religión, la etnografía, el arte, etc. Por primera vez me sentí estudiando algo que me llenaba y para lo que al parecer, había nacido con habilidades, pues ya durante mis estudios de ingeniería, mi profesora de filosofía descubrió en mí un talento natural para su asignatura y en más de una ocasión me pidió que diera conferencias sobre ciertos temas. Mis compañeros decían que aquella mujer estaba enamorada de mí.

De manera paralela a mi carrera, realicé estudios por mi cuenta de hinduismo, budismo, teosofía y otras ciencias esotéricas. También estuve estudiando el pensamiento cristiano, a la par de acercarme al estudio de las religiones populares cubanas como la santería, la palería y el espiritismo.

A los 24 años, ya tenía muy claro que mi vida sería un camino de búsqueda y de crecimiento espiritual. Y así ha sido.

Tengo claro que no soy la reencarnación de un lama. Pero al mismo tiempo, me parece tan raro que Osel, el niño lama español, ese a quien le tocó en suerte ser llevado al monasterio de Sera, al norte de la India, para asumir la vida de monje budista, por haber sido aceptado como la reencarnación del lama Yeshé, tenga tantas dudas de sí mismo, sobre su vida pasada y futura.

¿Se estarán equivocando los lamas en este asunto de buscar bebés por el mundo dando por sentado que los maestros lamas fallecidos regresan a la tierra al poco tiempo de haber fallecido? Al respecto tengo serias dudas.

Según los conocimientos que tengo, las almas reencarnan como promedio, cada 144 años. Entonces ¿por qué tienen los lamas que regresar a la tierra inmediatamente después de haber desencarnado? ¿Y por qué regresar para hacer exactamente lo mismo?

Luego, desde mi auto conocimiento, desde la búsqueda personal que he realizado, he llegado a recopilar información suficiente de mi vida pasada como para saber al menos, que no fui un monje tibetano. ¿Entonces cómo es posible que Osel, tenga tantas dudas al respecto? Sus dudas no hacen más que agrandar las mías.

Cuando se tiene un poquito de crecimiento espiritual, y cuando se ha vivido la vida que este chico ha vivido, te guste o no lo que tienes por delante, comprendes en tu fuero interno, que estás en tu lugar. Sin embargo, Osel ha renegado incluso, de la filosofía budista.

En todo caso, creo que Osel estará preparado para ser un buen lama, aún cuando no haya sido realmente la encarnación del lama Yeshé. Tal vez sea mejor para la evolución del universo lama, que lleguen a esos templos almas mejor preparadas para seguir haciendo avanzar estas religiones. Porque lo que sí está claro es que si Dios lo ha llevado a ese sitio, por algo será.

TADEO

18 comentarios:

Marina-Emer dijo...

no me extraña que quisieras ser Lama...yo desde el primer día te juzgué como una bellisima persona
abrazos
Marina

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Querida Marina Emer:
Muchas gracias por pasar y dejarme tan lindo comentario. Besitos:
Tadeo

Anónimo dijo...

No sabía que Osel hubiera renegado del budismo.
Yo creo que designar a alguien como reencarnado es un poco arriesgado, no creo que sea una cosa que sea fácil de gestionar por los humanos.
...
Besos, Tadeo.

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Querida Reyes:
Ante todo agradecer tu paso por mi blog. Ya has visto que me cuestiono mucho todo esto de que un lama desencarnado tenga que regresar al poco tiempo a desempeñar el mismo lugar.
Me río y digo que los lamas desencarnados andarán huyendo para que no los encuentren, jejeje.
Luego, sobre lo de que Osel ha renegado del budismo, esto lo he leído, pero no me creo mucho esto, pues a lo mejor ha sido que el periodista ha malinterpretado un poco sus palabras debido a su desconocimiento al respecto, o debido a la rigidez del conocimiento que al respecto posee.
Osel se considera un agnóstico, pero su pensamiento se parece más al pensamiento de un teósofo, que al de un budista como tal.
Besitos:
Tadeo

Luz dijo...

Que interesante tu historia Jose Tadeo. si el niño tiene dudas, puede ser que no sea el Lama. ¿No debería serle natural que lo encontraran como dices tu? Debía de haber estado esperando. Me parece.

Saludos desde mi camino.

(Espero estar mas libre en estos días y leerte a conciencia)

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Querida Luz:
Ante todo gracias por tu visita y por dejarme tu interesante comentario. Yo creo como tú, que debería este niño tener las cosas más claras. No entiendo que se pueda ser la reencarnación de un lama y estar tan lleno de dudas. Besitos:
Tadeo

Anónimo dijo...

Hola de nuevo, Tadeo;
te contesto aquí al comentario que hiciste en el post de MIchael Jakcson ,porque responder en el mío ya sería un poco antiguo y lo mismo no lo ves;
sobre eso del racismo , nunca he tenido yo ese problema.
Me cabe la satisfacción de no haber hecho que NADIE se haya sentido mal conmigo por ser negro o blanco o amarillo, aunque también he evitado siempre la discriminación en positivo.
Y si alguien me hubiera hecho sentir lo bastante bien te aseguro que hubiera pasado por encima de todos los prejuicios con tal de estar con esa persona, así que lamento mucho la cobardía de tus novias que no querían afrontar socialmente ese amor, peor para ellas.
El mundo no cambiará mientras no queramos que cambie, y eso pasa por no alterarse ante el diferente , la mayoría de las veces es mucho más simple de lo que la gente cree.
Sé que los negros en Usa son una especie de gitanos aquí, con el don de la música pero al fin y al cabo, muy poco exitosa socialmente, a pesar de Bill Cosby , Will Smith y dos o tres más.
Ahora que ha llegado Obama , lo mismo las cosas empiezan a cambiar , la clave seguirá estando en la educación (Obama es una persona de raza negra pero esmerada educación , o sea, un negro pijo , ahí está la clave ).
En fin , querido, que te entiendo , que ya sé cómo son las cosas , pero por favor no digas que es demasiado tarde para nada , y desde luego me pone triste que digas que te jodiste desde la juventud por ese motivo.

....
Te mando un beso.
Espero que me consideres tu amiga sin más consideraciones .
Besos.

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Querida Reyes:
Te considero mi amiga, claro que sí. Eres una persona maravillosa y encantadora. Tienes una sensibilidad increíble, y bueno, eres blanca, limpia y decente, jejeje (una broma).
Bueno, en serio, cuando digo que ya me jodí, es porque cuando se acabe el racismo del todo, yo estaré en el camposanto. A lo mejor en mi próxima reencarnación (pienso venir de nuevo para el 2150 y vendré más negro aún. Lo he soñado) el racismo ya es menos.
Pero en esta encarnación me va a tocar ser discriminado hasta que me muera.
Es duro que te discriminen por algo que no puedes superar.
Bueno, quiero dejar claro que a estas alturas de mi vida no querría ser diferente. Ahora hasta me alegro de ser así, porque mi color de piel es como un protector antiestúpidos.
Siendo así: negro, feo y pobre, sólo se me acercan personas espirituales y sensibles, como tú.
Asi que al final es una suerte.
Pero hay dias en que cansa ver como entras al metro y nadie se sienta a tu lado, aunque vayas recién duchado, bien vestido y con un libro en la mano.
Y bueno, hay cosas que no se olvidan. Tengo mil historias, pero te contaré una. Una vez una compañera de la universidad me llevó hasta su casa para prestarme un libro que necesitaba. Al llegar a la esquina me dijo: "Espérame aqui, que si mi abuela te ve, va a pensar que somos novios y me van a martirizar con eso". Así que la esperé en la esquina.
Una vez estando en un teatro, viendo una representación del ballet nacional de Cuba, vi a una amiga y fui a salidarla. Nos dimos un beso y tenías que ver la cara que pusieron sus padres que estaban allí sentados con ella.
Mi primer día de instituto, nos montamos en el autobús que nos llevaría al colegio. De pronto una madre empezó a dar golpes por la ventanilla llamando a su hija que estaba sentada a mi lado. Le dijo que mirara a ver si se podia sentar en otro sitio.
Un día una novia que tenía, me llevó a conocer a sus padres. La madre al verme, puso una cara terrible, y no se le ocurrió otra cosa que decir que iba a limpiar la casa. Nos hizo salir a la calle y sacó todos los muebles del salón y se puso a echar agua por todos lados. Ese fue nuestro primer encuentro. Luego supe que hasta le pegó a la chica por ser mi novia.
Algunas ni se atrevieron a presentarme.
Amiga, estas cosas no se olvidan, porque siempre fui muy disciplinado y buen chico. Cumplí con todo lo que me pidieron mis padres para ser una buena persona, pero el color de mi piel no me lo podia quitar de encima, y es triste que desde niño te sientas rechazado por algo así.
No es igual que te rechacen porque no estudias, o porque te pasas la vida borracho.
Ser rechazado por el color de tu piel es realmente muy duro.
Ya sé que hay muchas personas como tú, que no son racistas, pero hay muchas más que sí lo son, y otros que el racismo les sale in situ, pero que no saben que lo son hasta que Dios los pone a prueba.
Te quieroooo, mi vida. Oye, que no te sientas aludida, porque está claro que nada de este resentimiento tiene nada que ver contigo. Lo digo sobre todo porque esto lo lee mucha gente y a lo mejor remueve conciencias. Besitos:
Tadeo

Anónimo dijo...

Querido, te vuelvo a contestar por aquí;
tremendo , me parece tremendo lo que me cuentas ,pero es tu experiencia y sólo me cabe pensar que diste con gente muy poco iluminada para hacerte pasar ratos desagradables sin motivo.
Qué asco más grande.
Yo en cambio te puedo decir que me hice amiga de un chico negro en Tenerife que había sido atleta y que de no haberse comportado tan ansioso (además en ese moemnto estaba casada todavía,jeje)´me hubiera entregado sin pensar en el color de su piel, a la que no di más importancia que al hecho de que fuera ex deportista , por ejemplo.
Lo que pasa es que él buscaba desesperadamente una española para casarse , y eso me hizo pensar que no había autenticidad en nuestra posible relación , es un motivo que no tiene que ver con su color, sino con sus intereses que podrían ser idénticos a los de cualquier otro extranjero , como mi propio ex marido , que es de Marruecos.
Entiendo lo que dices porque me di cuenta al casarme con un moro en un país donde "Morito " es un nombre de perro , de la cantidad de basura que uno ha de tragar por ser algo distinto, y la absurdez que eso supone .
Pero te aseguro que apechugué con todo como pude , y de haberme enamorado de un negro lo hubiera hecho igual.
Al principio de conocernos le acompañé al Corte Inglés de Santa Cruz y es verdad que la gente nos miraba, consiguieron que me cortara un poco , pero creo que eso es cuestión de tomar las cosas con naturalidad y al que le pique que se arrasque, a mí las prejuicios de la peña no me van a controlar los afectos, lo tengo clarísimo.
Gracias por lo de blanca y limpia , decente ya igual me viene un poco grande, depende de lo que entiendas por decencia.
Jaja.
Besos.
Tu amiga
Reyes

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Querida Reyes:
Gracias por tus palabras. Eres muy linda. Sabes, el hecho de haberte casado con un marroquí ya dice mucho de ti, porque muchas españolas no lo harían, pues se les discrimina mucho aquí en España.
Quiero aclararte que a pesar de todas experiencias negativas, también he conocido a muchísima gente blanca que me ha amado, que me ha adorado, como hombre y como ser humano, bueno, ya ves que me casé con una española y me vine a vivir a este país.
He sido un gran afortunado. La gente que me conoce (yo en Cuba me he relacionado casi más con blancos que con negros por haberme movido más en ambientes intelectuales y en esos círculos los blancos en Cuba eran mayoría) siempre me adoró y me tuvo en alta estima. Incluso, a veces se ponían a hablar mal de los negros y yo les decía: "Bueno, ¿y yo qué? Y ellos me decian: "Tadeo, tú eres blanco".
Está claro que una persona es mucho más que su piel, y que en cuento conoces a una persona, el color de la piel se queda en un segundo plano, porque ves más su alma y otras cosas, que su color de piel.
Mira, te conté de aquella chica a la que la madre le dijo que se cambiara de asiento en el autobús. Bueno, como se ve que la madre siguió intentando apartarla de mí, ella delante de su madre me abrazaba y me besaba. Yo me daba cuenta de lo que había detrás de todo eso. Nunca le dije nada, pero se lo agradecí en silencio toda la vida. Aquella niña era un encanto, bueno, es, porque no se ha muerto, jejeje.
Pero es cierto que cada día que salgo a la calle vivo ese incómodo fenómeno de que la gente me mire con ojos no precisamente de aceptación.
Y bueno, yo soy cubano, y mi piel es una mezcla de blanco y negro, pero veo como miran a los africanos, y a ellos los ven incluso peor que a mí.
En mi caso el castellano es mi lengua materna y he tenido la suerte de recibir una educación esmerada y eso hace mucho.
Bueno, mi vida, me despido. Te mando muchos besos y nos seguimos leyendo. Eres un cielo.
Tadeo

Anónimo dijo...

Sorprendente y maravillosa tu historia... Un buen ejemplo a seguir.

Un fuerte abrazo.

Marina-Emer dijo...

hoy salí de visitas y no he querido dejarte de lado ...gracias por tus atentas palabras sobre mi poesia
besos
Marina

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Hola Salvador:
Es un placer tenerte por mis textos. Muchas gracias por el cariñoso mensaje que me dejas. Un abrazo:
Tadeo

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Querida Marina:
Siempre tan atenta y cariñosa con mis escritos. Un placer encontrarte siempre por aquí. Besitos:
Tadeo

Daniela Soto dijo...

Que dios te bendiga Tadeo , Gracias !!! y si Osel reniega del Budismo es porque las formas de Dios no son las mismas de los hombres y seguramente el cuestionar ,es abrir puertas a seguir aprendiendo ,el Padre nos esta mostrando todos sus secretos y no debemos enserrarnos en lo que sabemos ,sino abrirnos para recibir mas sabiduria.

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Querida Dana:
Es un placer tenerte por mis escritos. Perdona que haya demorado en responderte. Estoy totalmente contigo en lo que dices. Besitos:
Tadeo

ALMA dijo...

Yo solo puedo ver el color de tu alma y es de un blanco luminoso espectacular. Hermi.

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Gracias, Alma, por tan lindo comentario. Te lo agradezco mucho. Te mando un gran beso.
Tadeo